¿Dónde están ahora,
Oh, hermosas doncellas de la montaña,
Dónde las Oréadas, dueñas de la Mañana?
Nada agita el recuerdo reciente,
El goteo limpio de aquella fuente;
Nada responde nuestros clamores,
Sólo el corazón lleno de dolores
En el Valle de los Zorzales;
Que se agita en los confines,
Pero el brillante rocío
Cae suave sobre los oídos,
Haciendo su delicado lecho de juncos,
Entonces escucha, despierto.
Katharine Tynan (1861-1931)
Oh, qué bonito, qué bonitoooo!!!
ResponderEliminarMe encantan las Ninfas y nos traes tan bello poema y fotografías que son para pararte y soñar...
abrazote
eljardindemiduende
Encontrar tu blog ha sido un inmenso placer , buceando en él entro en ese mundo mágico que deseo y que veo que compartimos.
ResponderEliminarBesos de hada.